martes, 12 de noviembre de 2013

Gonzalo Peña, autor de "El código secreto de Dios", se dirige a los lectores

Para quienes leyeron “El sarcófago de Menkaura”,editada por De Librum Tremens;  y para los nuevos lectores que se sumarán, he aquí algunos rasgos personales de D. Gonzalo Peña Castellot, y la amigable charla en la que nos hemos encontrado.
Gonzalo Peña Castellot: Estudié informática en la Escuela Universitaria de Informática de la Universidad Politécnica de Madrid, y he trabajado durante más de 10 años en distintas empresas de servicios informáticos, de los cuales no tengo un buen recuerdo precisamente. Desde 2007 soy funcionario del Estado, y hace ya más de 5 años que trabajo en la Biblioteca Nacional de España como Auxiliar de Bibliotecas.
Siempre he sido una persona de ciencias, y recuerdo que cuando me encontraba buscando mi primer empleo decía que la informática era especialmente útil aplicada a algo: la física, la medicina, las telecomunicaciones, etc. pero que así sola no tenía mucho atractivo. Resulta que ahora, que ya no soy informático desde hace más de 7 años, es cuando por fin le he encontrado una aplicación útil a la informática, la literatura.


¿A qué se refiere exactamente con esta última afirmación?
GPC. A que mis dos novelas están plagadas de códigos y enigmas, más propios de la mente cuadriculada de un informático. Para mí escribir una novela es algo parecido a programar. Primero lo estructuro todo bien y tengo claro lo que quiero contar: la historia, la trama, etc. Y posteriormente voy añadiendo contenido. Eso no significa que luego no vaya improvisando o modificando cosas, pero la estructura básica y fundamental es lo primero que tengo claro antes de escribir la primera línea.

El código secreto de Dios ha salido primero a la venta en formato digital. ¿Cómo ha sido la acogida hasta ahora?
Efectivamente salió a la venta a finales de agosto en Amazon, y la verdad es que la acogida está siendo buenísima. Ha estado varios días en el primer puesto en el subgénero de “acción y aventura” de Amazon España, compitiendo de tú a tú con novelas de escritoras consagradas de la talla de Matilde Asensi, Julia Navarro o Rosa Montero,  estando consecutivamente en las últimas semanas entre los 3 primeros puestos. Además, hasta ahora lleva 40 días en el Top 100 de vendidos de la Tienda Kindle. Les doy las gracias a todos los lectores que lo han hecho posible. Sin ellos nada de esto sucedería. Ahora espero que la novela tenga la misma buena acogida en su edición en papel, como lo hizo el Sarcófago de Menkaura que ya va por su segunda edición.

¿Y díganos, cómo empezó su aventura de escribir?
GPC. Empecé a escribir hace unos 5 años, y lo hice después de llevar muchos años deseándolo sin sacar la determinación suficiente como para empezar a hacerlo. Un día reuní la fuerza necesaria y empecé a escribir unas primeras líneas con unas primeras ideas básicas. Y al día siguiente otras más, y así sucesivamente, de modo que en pocos días escribir se convirtió en una especie de droga; no podía estar un solo día sin hacerlo, aunque fueran unas pocas líneas. Finalmente esas pocas líneas se convirtieron en capítulos, y me pasaba el día dándole vueltas a todas las ideas que me inundaban la cabeza. Cuando le pasé a mi mujer, Paloma, esos primeros capítulos para que se los leyera mi sorpresa fue mayúscula cuando me comentó que le encantaban. Una vez terminada la novela hicimos un pequeño experimento. Mi mujer, que es una ávida lectora, participaba por aquel entonces como jurado de un concurso literario de una conocida editorial. Se imprimía las novelas que le pasaban, sin autor ni título, y después de leérselas se las dejaba a mi madre, a quien también le encanta leer. Entre ellas le dejó la mía y después de acabárselas todas le comentó que la que más le había gustado era precisamente la que yo había escrito. Imagínate la cara que puso cuando se enteró que la había escrito yo. Finalmente me animé a mandarla a alguna editorial, y aquí estoy.


Tanto en El código secreto de Dios como en El sarcófago de Menkaura  Patricia Calpe se convierte en su principal protagonista. ¿Había algo en su primera novela, por eso de jugar los claves y los códigos y enigmas, que necesitaba de una segunda?
GPC.En absoluto, son historias totalmente distintas, aunque compartan algunos de sus personajes. Se trata más bien de una especie de saga que espero no se quede aquí, únicamente con estas dos novelas. Es cierto que hay un pequeño nexo de unión entre ambas. Leerlas en el orden en que las escribí es aparentemente lo más lógico, pero creo que hacerlo al revés le da también un atractivo especial. No quiero desvelar nada, pero por poner un símil, sería algo parecido a las películas de Star Wars, en las que primero vimos los episodios 4, 5 y 6.

¿Qué le inspiró para escribir El código secreto de Dios?
GCP. La idea de escribir esta novela se fundamenta en tres pilares básicos. Por un lado el dar respuestas a los lectores de mi primera novela, El sarcófago de Menkaura. Quienes se la hayan leído sabrán a qué me refiero. Cuando aún no había terminado de escribir ésta ya estaba pensando en El código secreto de Dios. De hecho, su título ya sale en la novela como un “interesantísimo libro que está leyendo uno de sus protagonistas”. Pero como ya te he dicho antes, no por eso El código secreto de Dios es una continuación de El sarcófago de Menkaura, ni mucho menos. En mi primera novela una de las tramas principales está relacionada con el Antiguo Egipto, y de hecho es en este país donde discurre gran parte de la novela. El código secreto de Dios no tiene nada que ver con esto.

En esta ocasión, además de querer continuar con las aventuras y desventuras de Patricia Calpe, lo que tenía claro era que esta vez me apetecía adentrarme en un nuevo terreno, el de la Segunda Guerra Mundial. Es este un tema que me apasiona. Mis lecturas preferidas y habituales son libros de acción, aventura y thriller y, por supuesto, libros de guerra. No novelas históricas, sino libros de historia militar pura y dura. Con El código secreto de Dios he pretendido recrear en parte el sórdido final de esta terrible guerra, en especial en la Alemania nazi. Un país aniquilado y al borde del colapso, donde las historias dantescas se sucedían a diario. Los continuos bombardeos diurnos y nocturnos de las fuerzas aéreas británicas y norteamericanas, así como el implacable avance del ejército ruso, con afán de venganza después de las barbaries cometidas por los alemanes en su avance por territorio ruso al comienzo de la guerra, tenían contra las cuerdas al ejército alemán y a todo un país que, gobernado por un Hitler enfermo y enloquecido, se veía abocado a tomar toda una serie de medidas desesperadas. Es éste, por ello, un periodo histórico plagado de enigmas y secretos susceptibles de ser aprovechados para escribir sobre ellos. Aunque esto no significa que la novela esté ambientada en exclusiva en esta época de la historia, en absoluto.

Y la tercera idea que tenía clara cuando tenía en mente esta novela era la de ambientarla en su época actual en Hervás, el pueblo de mi padre. Un lugar increíble y mágico plagado de historia que conozco más o menos bien, perfecto para servir de escenario a una trama frenética en la que los personajes principales no tienen tiempo apenas para descansar. La acción transcurre de tal manera que al lector que no conozca este encantador pueblo le servirá como una especie de guía turística pero a lo bestia. Si consigo que tras leer esta novela muchos de los lectores se animen a visitarlo me sentiré especialmente satisfecho.
En su anterior novela, D. Gonzalo,  el trabajo de documentación que realizó para escribirla, sabemos que fue exhaustivo. ¿Y para El código secreto de Dios?
GPC. En principio, al tratarse de una novela de acción, intriga y aventuras, la documentación no parece algo prioritario. No es así en mi caso. Con mi anterior novela, El sarcófago de Menkaura, ambientada en gran parte en el Antiguo Egipto, estaba claro que contar con unas buenas fuentes de documentación era algo fundamental. Porque a mi juicio lo realmente interesante para el lector, y motivador para el escritor, es hacer encajar tu historia en los hechos históricos reales, y no al revés. En este caso El código secreto de Dios no es una excepción, aunque con reservas. Digo esto porque la historia principal ambientada en la Segunda Guerra Mundial se basa en una sorprendente e increíble teoría, que por supuesto no está demostrada. Más bien al contrario, porque aborda un tema muy reservado que afecta a la seguridad nacional de los países vencedores de esa guerra, que por supuesto no están, al menos de momento, interesados en desvelar parte de sus secretos. Cada uno deberá sacar sus propias conclusiones, como he hecho yo, y decidir si tiene o no visos de ser verídica. Pero lo que sí que está claro es que esta increíble historia se merecía ser recogida y utilizada en una novela de acción, como estoy seguro que coincidirán conmigo los lectores una vez la hayan leído. Hay otras épocas y otros lugares en la novela, aunque no tienen tanta relevancia en la misma. Pero en cualquier caso el rigor y la coherencia están garantizados.




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